23 de agosto de 2012
Ordalía a la gallardía montesina
Habían transcurrido veintitres días del cierre del año escolar 2011-2012, con las satisfacciones que trae consigo el éxito de una gestión colectiva del conglomerado educativo del Municipio Montes, cuando de una manera inesperada, abrupta e intempestuosa, hace el reclamo de sus predios Pachamama, demostrando lo endeble que es el ser humano, ante la omnipotencia de natura, aún en su alardeada sapiencia; con el desbordamiento de los causes del Río Manzanares, en su paso imponente desde sus cabeceras en el magestuoso Turimiquire, que irrumpió en la cotidianidad de los habitantes de poblados como La Fragua, Las Trincheras, Las Delicias, Los Mangos de Cococllar, Los Dos Ríos, Los Cedros; y todos y cada uno de los asentamientos humanos que por sus vertientes y laderas radican, en una devastadora arremetida fluvial que ocupó cada espacio de la afamada ciudad de Cumanacoa, por dos días consecutivos... esta vez, con pérdidas humanas y oleadas de desplazados que perdieron sus hogares.
Irónicamente, aproximadamente una quincena de días antes, los pobladores de estas latitudes remembraban los acontecimientos similares (dos años antes) que fustigaron, el mismo mes, a Río Caribe y Arenas, cuando en una acción colectiva de solidaridad, hermandad y humanidad, se abocó al auxilio de sus coterráneos; destacándose la reciprocidad que caracteriza al sentir cooperativo de la sociedad venezolana.
Hoy, desde esta trinchera, es necesario resaltar la fortaleza de un colectivo que es capaz de sobrellevar las tribulaciones propias de la vida misma, en un estrecho nexo de camaradería y familiaridad; elevar loas a ese grupo de héroes anónimos, que sin importarles las consecuencias de enfrentar los peligros que trae en sí mismo confrontar la furia de los elementos, se enfilaron a la búsqueda, salvamento y posterior ayuda y colaboración a quienes lo ameritaba.
Héroes que exaltan la grandeza del venezolano; donde la sociedad civil, ese venezolano común, cuerpos de seguridad ciudadana, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana; conducidos por el más alto nivel jerárquico y liderazgo de la sociedad nacional, en la figura del Presidente de la República; Comandante Hugo Chávez; quien a su vez delegó responsablidad directa en el Ministro Tarek El Assami; quienes en contacto directo con la multitud, en una manifestación de igualitaria identidad nacional y compromiso con los parroquianos; pudieron reestablecer en casi su totalidad, la regularidad cotidiana de los habitantes de Cumanacoa y sus adyacencias, en un lapso temporal tan corto que los propios no se convencían de ello.
Queda por hacer... más aún, en función de los afectados de mayor cuantía; aquellos que en la condición de refugiados (¡por ahora!), cuentan con el concurso de todos y todas, para mermar las vicisitudes que les afrontan, hasta redignificar sus vidas.
Personas que estando guarecidas en las instituciones educativas que no sufrieron daños y se constituyen en lugares de gran seguridad; cuentan con asistencia médica, seguridad por parte de efectivos de la FANB; distracción por parte de recreadores, quienes recativaron las sonrisas de los niñas y niños y adolescentes; personal docente que se presentó a colaborar en cuanto pudiese hacer; en fin todo un colectivo humano que, una vez más, demuestra que con la organización, la voluntad y el compromiso, son muchas las cosas que se pueden lograr.
Como hecho anecdótico, en el momento cuando hace entrada con su inusual furia, las aguas del Manzanares a las principales calles de Cumanacoa; en esos momentos de angustia y asombro de los ciudadanos que deambulaban por ellas en su diario quehacer; las instalaciones donde funciona el Municipio Escolar (APEC), sirivieron de refugio a muchas de esas personas que se encontraron atrapadas, (las imágenes presentadas son tomadas desde el sitio) hasta que con el apoyo de trabajadores de la Alcaldía de Montes, Central Azucarero y la ciudadanía, fueron trasladados a lugares más seguros.
Posteriormente a los días aciagos, el equipo asdscrito a esta dependencia, se enfila a hacer un recorrido diagnóstico situacional, distribuidos por los puntos cardinales de la parroquia y asentamientos circunvecinos, para luego focalizar la atención en las instituciones destinadas como refugios temporales de la población mayormente afectada.
Hoy, a las puertas de un nuevo año escolar, es importante la reflexión en función de la prevención y la precaución, más que el hecatombe en sí mismo; la solidaridad, cooperación y hermandad como valores fundamentales de la interacción humana; la organización como la base al logro de objetivos...
La invitación es a hacer de la lágrima poesía; de la tristeza fuerza; con la pedagogía alegría, para que los recuerdos permanezcan como experiencia vivida y minimizar los efectos posteriores a los acontecimientos, ya que son imposibles de borrar, pero si, desarrollar esquemas que permitan la estabilidad emocional de los más pequeños.
Con esa fortaleza demostrada del pueblo montesino, la gallardía para enfrentar los problemas, por demás probada; con la responsabilidad comprobada del colectivo docente, al cual orgullosamente se pertenece; con las penurias aún a cuestas; iniciamos el nuevo año escolar 2012- 2013... ¡Adelante!
Alguien dijo una vez... “Tus creencias no te hacen mejor persona; tus acciones sí”
UNA OVACIÓN AL PUEBLO MONTESINO
A LOS HIJOS DE SUCRE
HIJOS DE LA PATRIA GRANDE
LA PATRIA DE BOLÍVAR.